Capítulo 6:
Mi señor
Déjame a solas con ella,
Pero no puedo dejarlo así como esta ella
La puedo controlar, que nadie entre a esta habitación
quieres
Me dejaras beber tu sangre
No lo hare, quiero que recapacites solo eso.
Porque estoy atada a esto
No quería pasara otra cosa, la cual después te
vas arrepentir.
Porque me trajiste porque no me dejaste, morir
Porque no podría
Porque no podrías, Ahhhhh
Empecé a gritar, algo estaba entrando a mi
cuerpo lentamente, era una droga llena de dolor, por dios que me está pasando, ayúdame
por favor
Dios que me estaba pasando, yo no sabía qué
hacer, Chanyeol se sentó y solo podía mirarme, mientras que yo me retorcía de
dolor
Imágenes empezaron a navegar en mi mente,
Takuya estaba en ellos, y vi muchas escenas con Arkuit, era cierto él la amaba él
lo único que siento por mí fue amor de hermanos solo eso, que sucia me sentía.
Después de ver todas esas escenas, me dio unas
ganas tremendas de vomitar cuando lo hice, fueron coágulos de sangre, me estaba
ahogando
Escúchame Bel, tienes que expulsar todo eso, pero
con calma, me entiendes
Que me pasa
Estuve toda la maldita noche vomitando sangre,
me sentía débil, pero seguía en esa misma tonada, vomitar y más vomitar.
Siendo las 5:25 am
Reaccione me había quedado dormida
Chanyeol,
Cómo te sientes
Me quiero morir
Que pasa, que sientes
Tengo sed, pero no se quiero que alguien no se
dime que hago
Te sientes vacía, eso es todo
Chanyeol me soltó de las ataduras que tenía,
me cargo y me llevo la ducha, y junto al
dejo que el agua cayera para que me limpiara mi cuerpo que estaba cubierto de
sangre
Me cargo nuevamente para llevarme a la cama,
en la mesa de noche una copa de sangre yacía ahí, pero no quería de esa sangre,
quería beber su sangre,
Porque la mía
Me escuchaste
Te dije que podía oírte
Quiero beber tu sangre puedo
No quiero que luego de esto, pase algo entre
nosotros dos
Pasar algo, entonces te estas alejándome de mi
porque no quieres que pase nada.
Te voy hacer daño y no quiero que sufras
Ya eh sufrido mucho no crees.
Pero conmigo será diferente, no creas en lo
que vez, puedo ser bueno pero sabes como soy, en cualquier momento me puedo
hartar de ti, y no vacilare a matarte.
Está bien,
Eso es lo que dices ahora, solo porque quieres
mi sangre
No es solo eso, sino que...
Este se acercó a mí, beso tiernamente mis
labios,
Sus ojos cambiaron.
Pensé que...
No me dejo terminar y volvió a besarme, esta
vez con un beso largo, algo sencillo.
Bel, porque tienes que acercarte a personas
peligrosas, sabes que saliste de uno y ahora quieres entrar al peligro otra
vez.
No es que yo quiera solo que
Nuevamente me beso, pero esta vez su beso fue
intenso, mordió mi labio en señal de seducción.
-Entonces hablo a mi oído-
Escúchame lo que pase aquí, no se lo menciones
a nadie, eres mía, pero nadie debe saber lo que pasara hoy...
Seguí besándolo con más intensidad, le hable a
su oído diciéndole que era mío, y que a nadie más le iba a dar.
Y es donde pude ver ese jugoso cuello, que
estaba a punto de ser mordido, y podría al fin saborear su deliciosa sangre.
Cuando por fin logre mí cometido mis lágrimas caían
sin cesar,
Te sientes bien
Volví a sus labios, y el lamio la sangre que aún
quedaba en mis labios, y empezó a besar mi cuello, saco la ropa que llevaba
puesta, cuando saque de su ropa, que esbelto el cuerpo que tenía, me sentía tan
suya que cuando nuestros cuerpos se juntaron no se querían despegar del uno del
otro...
Chanyeol estaba siendo tan tierno conmigo,
beso todo mi cuerpo dejándome completamente húmeda, deseando que penetrara
cuanto antes.
Quieres algo más excitante,
Que pasa...
Tomo una sábana, y me saco de la habitación
salimos por la alcoba, y nos fuimos cerca de una cascada
Que hacemos aquí
Quieres bañarte conmigo
Ya lo hice hace poco
No en esta agua
Enseguida pude ver la luna salir de su
escondite, y este me quito la sabana y caímos a la cascada, estando debajo del
agua el junto mi cuerpo junto a él, y fácilmente me pudo penetrar, me beso para
darme algo de oxígeno, me llevo detrás de las cascadas, y empezaron las
embestidas, los movimientos de vaivén, que delicia de hombre
Mordía sin piedad su cuerpo era mío nada más
que mío, me sentía suya por completo, la luna hacia que nuestra sangre convulsionara
de sensaciones las cuales no había conocido...
Estaba por llegar al clímax...
Espera...
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